miércoles, 16 de febrero de 2011
Rashida Manjoo: "La violencia de género debería ser declarada una pandemia"
La abogada sudafricana Rashida Manjoo es la relatora de la ONU sobre la violencia contra la mujer -durante seis años debe vigilar la lucha de los Gobiernos contra esta lacra, vistando tres países por año y dando sus recomendaciones para reducir la violencia y la impunidad. En su visita a Madrid, con motivo de la conferencia inaugural de las jornadas 'Iberoamérica frente al feminicidio: El fin de la impunidad', Manjoo asegura que no hay país en el mundo que pueda presumir de haber erradicado la violencia doméstica.
Tres de cada cuatro asesinatos de mujeres en Latinoamérica quedan impunes ¿De quién es la culpa?
Si uno se pregunta quién es el responsable último, la respuesta es el Estado. Entonces, ¿es falta de voluntad política? ¿falla la acción judicial? ¿es una falta de recursos para llevar adelante investigaciones y procesos judiciales justos? Me gustaría pensar que no hay malicia, que ningún Gobierno tiene interés en que persistan esos niveles tan altos de criminalidad y de impunidad.
¿Qué pueden hacer terceros países como España para ayudar a rebajar esa altísima impunidad en países de Latinoamérica?
Creo que se puede ayudar a los Gobiernos y a la sociedad. No sólo con dinero, sino también apoyo técnico para poder implementar leyes que resulten eficaces. Pueden, por ejemplo ayudar a las víctimas, darles asesoría y crear ámbitos de protección que permitan a los testigos, por ejemplo, ayudar a resolver estos casos. Muchas de estas mujeres no tienen posibilidad de iniciar un proceso judicial y eso favorece la impunidad.
72 mujeres fueron asesinadas en España el año pasado. Y más de 100.000 mujeres han solicitado protección. Sé que no ha venido usted a analizar el caso español, pero cuál es su opinión.
No estoy aquí en misión de relatora, no vengo a examinar el caso español. Pero sí le digo que la violencia doméstica es un problema global, no es algo que ocurra sólo en los países pobres, o en los ricos; no es un tema que afecte a personas blancas o negras. Y no hay un solo país del mundo que pueda afirmar que ha logrado erradicar la violencia contra las mujeres. Ni uno.Todos tienen ese reto por delante.
¿Qué lección ha sacado del año y medio que lleva recorriendo el mundo vigilando la violencia contra las mujeres?
Que la forma más extendida de violencia contra las mujeres es la violencia doméstica, la batalla diaria de las mujeres en el hogar. Y no hay un solo país que esté combatiendo esta lacra con éxito. Además, la violencia no siempre la perpetra la pareja, también hay otros miembros de la familia entre los agresores. No hablo de jerarquías dentro de la violencia doméstica, sino más bien de entender que es un problema más amplio de lo que a veces se piensa.
Hay quién dice que erradicar la violencia doméstica es más complicado que luchar contra una enfermedad de las denominadas ‘raras’ ¿Piensa igual?
Todavía no hemos decretado una pandemia internacional en relación a la violencia doméstica, como sí ocurrió con la Gripe A (sonríe)…
¿Deberíamos? ¿Sería útil declarar la pandemia de la violencia machista?
Creo que no hemos dado la misma atención a la violencia de género que a otras, como al terrorismo, aunque si miras las estadísticas la nuestra es mucho más grave. ¿Deberíamos declarar una pandemia global de violencia de género? Igual sí, si consiguiéramos así que se le diera prioridad. Pero si lo que lleva es a perpetuar la imagen de la mujer y de las niñas como víctimas, entonces no. Porque no es cuestión de dar pena… es cuestión de afrontar esto como un amplio problema social que constituye la principal infracción de los derechos humanos en el mundo.
¿Cuál es ahora el peor lugar del mundo para nacer mujer?
Cualquier lugar es malo para nacer mujer. Toda niña, nazca donde nazca, va a tener dificultades. Ya sea porque su país permite el aborto selectivo por sexo y muere antes incluso de nacer… o porque sea un país en el que aunque logre una buena educación y un trabajo luego se de de bruces con el 'techo de cristal' que impida su proyección profesional. En todas partes se pelea por el hecho de ser mujer. Es un problema global.
¿Pues yo que le iba a preguntar por el lugar del mundo en el que más se apoya a las mujeres?
Tampoco aquí podría establecer una comparación. Sería como comparar manzanas con zanahorias. Hay diferentes contextos, diferentes países y todos tienen sus especificidades.
¿Cree que llegará el día en que pueda gritar ¡Misión cumplida!?
Será el día en que este cargo –el de relatora de violencia contra la mujer- desaparezca de la ONU porque hayamos llegado a un punto en el que no haya impunidad y los que la hagan la paguen.
¿Los países que usted examina hacen caso de sus consejos?
Los Gobiernos escuchan mis informes. Además les pido que me inviten, pues no puedo ir de misión a un país si su Gobierno no quiere. En estos 18 meses que llevo en el cargo ningún país ha dicho que no a mi visita, aunque sí ha habido silencios de algunos países, pero espero que esos países que no se han pronunciado aún algún día acepten mi visita.
¿Qué país quiere visitar antes de que acabe su mandato?
Pedí visitar Italia y voy a realizar una misión al país en mayo. Mi misión será investigar, sobre todo, la violencia que padecen las mujeres inmigrantes y refugiadas.
¿Cuál sería el mensaje que la relatora de la ONU dejaría a una mujer que sufre malos tratos?
Que busque ayuda. Que alce su voz. No digo dónde debe pedir ayuda, pero sí que hablen de ello. Es el primer paso.
A. Larrañeta. 20 Minutos.es. 15 febrero 2011.